Herida.

      Hay ocasiones, en la que la gente que nos rodea nos hace daño. No siempre queriendo, y a veces es en parte que nosotros lo sentimos de forma más dolorosa de lo que debería haber sido, pero nos hieren. Escuece, duele, molesta y quema, y nos hace sentirnos rabiosos, furiosos, y se nos quitan las ganas de todo.
      Tal vez debería esperar antes de escribir esta entrada, pero empecé este blog no solo para que la gente pudiera encontrar aquí la forma de hallar las palabras con las que poder expresarse, sino también para liberarme sin preocuparme porque nadie me dijera nada. ¿Que quienes me leen de mi entorno pueden hacerlo? Sí, vale, es cierto, pero mientras escribo, nadie puede cortarme ni evitar que suelte lo que tengo.
      Y hoy es rabia, aunque es más dolor. Es una tontería, es posible, pero sinceramente, mi humor hoy no ha sido muy bueno, y aunque he pasado una tarde muy animada que me ha ayudado, llevaba esperando algo con ganas, cuando resulta que me he quedado sin ello en el último momento, y eso me ha dolido. Bastante, y quema, mucho. Se me han quitado las ganas que tenía de seguir escribiendo y todo...
      Siento que esta no sea una de mis mejores entradas, pero creo que más de uno podrá comprenderme cuando digo que necesitaba soltar esto; seguro que a más de uno le ha ocurrido lo mismo que a mí en esta situación, que más de uno se ha sentido herido y lo único que ha querido en ese momento era soltar todo lo que tenía dentro.