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9/05/2016

Celos.

Celos; qué palabra tan súmamente fea. Parece como un susurro maligno del alma, con los sonidos de la "C" y la "S", ¿verdad? Además... La sensación que te provoca... Como si te faltase el aire en los pulmones, y no puedes respirar con normalidad. Como si un ser oscuro te aplastase el pecho y, en lugar de provocarte dolor, sientes una ira retenida que, por mucho que grites, llores, hables o despotriques, no se alivia en absoluto. Es una de las peores emociones que el ser humano puede experimentar a lo largo de su vida. Tal vez muchos no me crean cuando lean esto, pero yo, es la primera vez en diecisiete años que siento celos. Reitero que muchos no lo creerán. pero es verdad. Siempre he sido una niña muy conformista, y aunque me enfadase por no tener lo que quería, nunca me enfadaba si otro lo tenía. Me callaba y me alegraba por el/la otr@ si era lo que quería. No forzaba sonrisas; de verdad me alegraba. Y, hasta hace poco, no había sido celosa. No me enfadaba, o sentía esa rabia, esa opresión, esas ganas de... De gritar, de pegarle a algo, de exclamar "¡Yo también quiero!", como hacen muchos niños pequeños. No, de verdad que nunca lo he hecho. Y aunque ahora tampoco lo haga, y siga sonriendo, me callo. Me callo y me muerdo la lengua, trago saliva con fuera y me contengo, reprimo mis palabras, y lo peor es que como diga algo, seré yo la que se sienta mal porque me creeré y me sentiré egoísta. "Si no es a mí, será por algo", pienso tras decirlo, y no sé cómo reaccionar. Pero no entiendo qué puedo hacer. No quiero sentir los celos. Son repulsivos. Tal cual lo siento, lo escribo. Es la sensación, la emoción, más repulsiva que he sentido en toda mi vida. Y lo odio, pero... No puedo hacer nada para evitarlo, para evitar los celos.

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