Decepción.

Qué decepción... Crees que hay gente a la que puedes llamar amigos, a gente a la que tienes aprecio, por poco que quedes con ell@s. He tenido aprecio a mucha gente, pero llega un momento en el que esa sensación empieza a disminuir, como... No sé, como un globo que se desinfla. Tú miras el globo y te preguntas "¿Por qué se desinfla, si tiene un nudo que impide que salga el aire?". Lo que no puedes saber, es que se globo tiene un pequeño agujero, diminuto, como causado por una fina aguja, que ni se ve ni se siente. Pero sí que puedes ver y sentir sus consecuencias, que son la pérdida de aire en el globo. Al principio no le das importancia. Te vienen a la mente, incluso, las palabras "Bah, serán imaginaciones mías". Sin embargo, cuando queda bien poco para que vuelva a su aspecto inicial, liso, vacío, desinflado, ese pensamiento te parece una tontería, y buscas con rabia al culpable de que el globo ya no contenga aire, pero cuando te fijas en ese pequeño agujerito, es tarde, y solo piensas en dos cosas: o bien taparlo e intentar hincharlo de nuevo o tirarlo y coger otro nuevo y que no esté roto. Bueno, yo no quise tirarlo, e intenté inflarlo, pero al final va a acabar estallándome, y me temo que no solo lo tiraré, sino que encima ni siquiera volveré a tener ganar de inflar más globos, porque ya me han estallado demasiados, y ya me siento muy decepcionada.