Visitas a mi blog.

9/21/2014

Vida.

Todos hemos pensado alguna vez cómo sería el mundo cuando nos vayamos de él. Todos hemos imaginado cómo sería diez, veinte años tras irnos. Todos hemos imaginado un futuro sin nosotros, igual pensando que nos recordarían, que seríamos una figura inmortal en el recuerdo, en la historia. Otros hemos imaginado que realmente nadie nos echaría de menos, que nadie nos lloraría, que jamás seríamos recordados. Pero, gente como yo también se ha imaginado cómo sería el mundo sin nosotros pero, viviendo nuestra familia en él aún si nosotros no seguimos en él. Es una imagen muy dura de pensar, dolorosa, pero es una imagen que suelo pensar. Nadie es inmortal, nadie sobrevive a la muerte. Aún si somos alguien en un mundo lleno de personas, nadie sobrevive. La historia avanza, el tiempo pasa. Y, cada vez, la historia se reduce. No se puede enseñar toda la historia, nadie puede recordarla toda. ¿Por qué? Porque la vida es infinita, y la gente también. Y no se puede inmortalizar a todo el mundo, ni siquiera a los más importantes. Puede que, en un futuro muy lejano, las personas antiguas que yo estoy estudiando, aún se recuerden. Pero será una selección muy puntillosa. Puede que, dentro de unos cien años, no se recuerde a la misma gente que en mi tiempo se hubo recordado. Por eso, si la vida nos acaba matando, ¿por qué tenemos miedo de que lo haga la muerte? Nadie sobrevive, ni de un modo ni de otro. Así pues.. ¿Por qué tememos al silencio de la muerte y no al dolor de la vida? Al final, todo queda reducido a lo mismo...  O eso creo, y veo, yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario